Una rubia latina recibe pago por hacer lo que ama: complacer a su novio y a su amigo. Sabiendo cómo turnarse para que pueda, cada uno le tira de una de sus tetas con la mano que usa para crear su propia velocidad, le encanta chupar nuestras pollas con entusiasmo. Es demasiado para que los chicos no lo aprovechen, y los pone a todos en un trío salvaje con un final de corrida brutal.