Dos jóvenes que se sienten libres para disfrutar del sexo entre ellos hacen 101 posiciones demostrando convincentemente que son esclavos de las pasiones sexuales. Desde mamadas profundas hasta duchas vaginales, su pasión está lejos de ser una Samaritana Cruda convencional. Amenazas susurradas, sin condones y una escena sucia de comer semen terminan el sexo.