Jugando con el intento de refrescarme del estrés de semanas anteriores, llega Layla, una novata bastante buena, y se une con unas almohadas en una pelea de gatas juguetona que lleva a un encuentro ardiente y sensual. Captura su adorable química, con intensos lametones de coño y rebotes hacia un final sumergido en el lodo.