La madrastra Macy Marx tienta a su hijastra a entrar al garaje, luego a lo que se puede ver como una violación en el baño. Ella lo satisface sexualmente haciéndole una mamada y luego le estrenan su pequeño culo. Él la castiga con una corrida cremosa. Todos ahora han sido pintados en un sentido prescriptivo y unívoco: el novio con cabeza de fideo amonesta a la mujer que ama, 'maldiciéndola' en una frase serenamente pausada que deja su cuerpo de higuera madura subdividido en un acabado cremoso.