Un gerente de hotel decide que ya ha escuchado suficiente de las quejas de esta dama y continúa invitándola a su habitación pidiéndole que vea un espectáculo. Coquetea con ella con su gran polla, luego la satisface con una gran paja antes de montarla duro en la posición de perrito. ¿El clímax? Una corrida caliente en su gran culo.